jueves, 9 de enero de 2014

En sector alimentos afrontarán compras a Bs 11,30 por dólar

El sector de alimentos, específicamente en los rubros harina de maíz, harina de trigo, aceite de maíz, arroz, pastas alimenticias y cereales, fue convocado por el Banco Central a participar en la subasta del Sicad, donde el tipo de cambio es de 11,30 bolívares por dólar, para adquirir divisas para la importación de insumos y materias primas.

Esto quiere decir que en un entorno de altísima escasez, la industria de alimentos deberá asumir importaciones de insumos y materias primas a una tasa de cambio superior a los 6,30 bolívares por dólar que recibía a través de Cadivi, lo que complica aún más la situación de un sector golpeado y mermado por los controles de cambio y de precios.

Los precios de los alimentos regulados acumulan rezagos que se han generado por ajustes insuficientes, a lo largo de diez años de control, autorizados por el Ejecutivo nacional.

Los inventarios de insumos y materias primas se han consumido en la espera de que el Banco Central liquide al sector las divisas que fueron autorizadas para importar. En 2013 el retraso alcanzó los 220 días en promedio.

Esta situación ha obstaculizado la reposición de inventarios afectando la producción de alimentos, cuya oferta es insuficiente par atender la demanda de la población.

Para recuperar los niveles óptimos de la producción, mejorar el abastecimiento y reducir los niveles de escasez, los voceros de la industria de alimentos han señalado que es necesario agilizar la entrega de divisas y permitir aumentos de precios que cubran los costos de producción y permitan una utilidad para invertir en la industria.

En contrasentido, ahora la industria deberá pagar casi el doble por los dólares que el Gobierno ofrece a través del Sicad para poder importar.

El traspaso de estos productos prioritarios de Cadivi al Sicad se realiza en momento en que se espera una reforma en la política cambiaria e incluso una devaluación. Además, el Presidente Nicolás Maduro anunció esta semana un incremento de 10% en el salario básico, vigente a partir de enero, lo que complica las ya asfixiadas estructuras de costos.

Al respecto, el presidente ejecutivo de Conindustria, Ismael Pérez Vigil, señaló que "existen muchas fórmulas para incrementar el ingreso de los trabajadores sin que eso tenga impacto en los precios y en consecuencia en la inflación (...) mediante cesta tickets, mediante fórmulas que prevé la propia Ley del Trabajo, mediante las contrataciones colectivas"

En el tintero

El año pasado quedó pendiente el ajuste en los precios en rubros como aceites, azúcar, arroz de mesa y café molido. Para minimizar el impacto de los ajustes al consumidor, el Ejecutivo optó por la vía del subsidio para las materias primas de esos productos.

Autorizaron alzas de precios en pollo, carne de res, leche en todas sus presentaciones, quesos, harina precocida de maíz y pastas, pero en valores insuficientes por lo que el Ejecutivo se había comprometido a hacer una segunda revisión que no se ejecutó.

Esto agudizó la escasez de alimentos en el segundo semestre del año y que no pareciera tener resolución en el futuro cercano. De hecho, el mercado resiente una fuerte crisis en el abastecimiento de leche en polvo, quesos, harina precocida de maíz, pollo y harina de trigo para uso doméstico e industrial.

Al cierre del año las empresas del sector esperaban la autorización tanto de divisas como de permisos para importar insumos para la producción.